Los motores diésel relegados durante mucho tiempo a camiones y barcos, están ahora despertando un mayor interés por su eficiencia en el consumo de combustible y por su menor emisión de dióxido de carbono, en comparación con los motores de gasolina. La emisión diésel es una buena alternativa para el medio ambiente.
Los motores diésel de última generación producen una emisión diésel que ya no contaminan tanto como los anteriores. A ello ha contribuido el endurecimiento de la legislación sobre emisiones contaminantes adoptada en los últimos años en países como Estados Unidos.
La imagen de camiones escupiendo un sucio humo negro, está muy grabada en la memoria de bastante gente. Pero no refleja los avances producidos en los motores diésel durante los últimos años.
Ese humo negro corresponde a las partículas expulsadas por el tubo de escape y consta de hollín y pequeñas cantidades de otras sustancias químicas producidas por el motor diésel.
- Los límites máximos permitidos de emisiones contaminantes, impuestos por la Agencia estadounidense de Protección Medioambiental (EPA) y que ahora son más restrictivos, hacen que los motores diésel tengan que cumplir actualmente con los mismos criterios que los motores de gasolina. Esto se logra con la adición de un filtro de partículas (filtro DPF, por sus siglas en inglés), que elimina el humo visible y la contaminación asociada a éste. Los DPFs son muy eficaces. Eliminan más del 95 por ciento de la masa de humo.
- El humo, atrapado en una matriz de cerámica, se acumula hasta que el ordenador del coche determina que es hora de hacer la limpieza mediante un proceso llamado “Ciclo de Regeneración”. Una pequeña cantidad de combustible adicional se añade a las cámaras de combustión en el motor, estando éste en marcha. El calor resultante y el oxígeno activan un catalizador en el DPF para quemar el hollín acumulado.
En Estados Unidos, la normativa de 2007-2010 ha hecho casi desaparecer ese humo antaño tan visible. “Todo coche diésel comprado a partir de 2007 no produce más suciedad que un vehículo con motor de gasolina”.
Y dentro de la gama de humos invisibles, los motores diésel modernos emiten, en realidad, menos dióxido de carbono que los motores de gasolina.