Los neumáticos son el elemento de contacto del vehículo con el asfalto, por lo tanto, de su correcto estado de conservación y funcionamiento, depende una parte importante de nuestra seguridad a bordo. Te recordamos cuáles son las claves para tenerlos siempre a punto.

Resultado de imagen de neumaticosLos neumáticos son la parte más importante del coche una vez que nos ponemos en marcha. Lo son porque nos mantienen en contacto con el firme, y nos permiten detener el coche y negociar las curvas con seguridad. Evidentemente el motor y los demás elementos del coche son imprescindibles para circular, nadie lo duda, pero quizás los neumáticos acaparan menos atención que los demás elementos, en proporción, y son vitales para circular con seguridad.Te recordamos cuáles son las claves para tenerlos siempre a punto.

  • Revisar las presiones al menos una vez al mes y adaptarlas a la carga que vamos a llevar en cada circunstancia.
  • Cambiar los neumáticos delanteros por los traseros, sin invertir sentido de giro y comprobar cotas de dirección, una vez cada 10.000 km. Así conseguiremos un desgaste homogéneo de las cuatro ruedas y evitaremos desgastes irregulares por defectos de convergencia.
  • Revisar los flancos para verificar que no hay cortes o desperfectos que puedan provocar un reventón a alta velocidad.
  • Revisar la profundidad del dibujo cada dos meses y verificar que el desgaste es uniforme en toda la banda de rodadura.
  • No aparcar con las ruedas giradas contra el bordillo para evitar que el coche se mueva. Dejar la rueda a unos milímetros del bordillo e inmovilizar el coche con el freno de mano.
  • Al aparcar en línea no rozar con el flanco el bordillo con el coche en movimiento.
  • En la medida de lo posible girar la dirección con el coche en movimiento, evitando hacerlo en parado.
  • Si vamos a circular por una carretera muy bacheada o con múltiples curvas, subir un par de décimas la presión.
  • A partir de los 5 años llevar el coche a un servicio oficial de la marca de neumáticos para que verifiquen su estado de conservación.
  • En la medida de lo posible no aparcar en lugares muy expuestos al sol.
  • Las presiones se comprueban siempre en frío, es decir con el coche a la sombra y tras al menos una hora de estar detenido.

Los neumáticos influyen más de lo que parece en el consumo de combustible. Por eso, mantenerlos en perfectas condiciones de mantenimiento nos beneficia directamente al bolsillo porque ahorraremos combustible. Visto de otro modo, unos neumáticos con mal mantenimiento nos hacen gastar más.

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